Los taxis eléctricos serán los únicos que podrán transitar por las calles de Hamburgo, de acuerdo a un comunicado emanado del gobierno de esta localidad. A partir del primer día de ese año, no podrá haber taxis que sean de combustión interna. Esto con el fin de reducir significativamente la cantidad de CO2 que se emite en la ciudad.
Un proyecto para dar el ejemplo
La ciudad de Hamburgo emitió un comunicado sobre la prohibición de la conducción de taxis con motor de combustión en la ciudad a partir del 1 de enero de 2025. Esto forma parte de un proyecto llamado “Future Taxi”, que inició en el año 2021. El objetivo de este movimiento es reducir la emisión de CO2 en la ciudad. En el comunicado el gobierno regional expresó
“Esperamos que esta decisión en Hamburgo envíe una señal para Alemania y toda Europa. El sector del transporte en particular, debe avanzar rápidamente en la protección del clima. El final de los motores de combustión para los taxis de Hamburgo es un buen ejemplo de esto”.
Por lo visto Hamburgo no sólo quiere contribuir reduciendo la cantidad de dióxido de carbono que se emite. También quiere impulsar a otras regiones para que lo hagan, dando el ejemplo. Es parte del objetivo del movimiento que se mencionó anteriormente, que ya comenzó a cambiar unidades de combustible fósil por unidades eléctricas.
Hasta ahora colocaron 350 coches eléctricos que proporcionarán el servicio de taxi. De estas 25 ya cuentan con el sistema de batería de hidrógeno, que es uno de los modelos más actuales. De acuerdo a los datos que recolectaron al inicio de este programa, ya llevan el 12% de las unidades cambiadas y esperan seguir aumentando exponencialmente las mismas.
Resultados logrados y esperados
En cuanto a los resultados que lograron hasta ahora con el cambio de las mencionadas unidades, encontraron que hay una disminución de la emisión de 2500 toneladas de CO2 por año. Sin embargo, esperan que para el 2025, que se cumple el 100% de la meta, podrían tener una disminución de 25.000 toneladas por año.
Sus metas no quedan allí, ya que esperan que sus acciones inspiren a otros gobiernos regionales e incluso el propio gobierno nacional a aplicar programas similares. Considerando que esto va en la misma línea que la Unión Europea y varios países de esta región desean, es posible que consiga ese impacto.
Un programa con el apoyo del gremio
Muchos podrían esperar que el gremio de taxistas se opusieran al cambio, sin embargo, fue todo lo contrario, ya que manifestaron su apoyo al programa. De hecho declararon que es una buena oportunidad para el cambio y que no sólo les beneficia en la parte ambiental sino en lo económico.
Considerando que los vehículos diésel necesitan muchos mantenimientos que no se deben de realizar en uno eléctrico, tiene sentido. Esto implica menos gastos operativos para todos los trabajadores de este ramo, además de poseer máquinas más cómodas y sofisticadas que pueden proporcionarles la oportunidades de ofrecer un mejor servicio.